28/11/11

Sólo cuando grito tu nombre


en sueños encuentro un atisbo
de silencio en la mirada de los años.

Sólo cuando abrazo tu cuerpo
más allá de las posibilidades
y de ese silencio pero

aún quedan cinco horas y
no aguanto ya más aquí dentro
en este cuerpo de neuronas
sin alma donde ya no hay luz
y el calor se construye
de pequeños huecos
en la memoria

como golpes en la cabeza
desde dentro los peores
no hay manera humana
de pararlos, tan sólo
queda sangrar el cielo. 

(escrito a principios de 2011)

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